viernes, 25 de octubre de 2013

Andrés Caicedo

Andrés Caicedo
Luis Andrés Caicedo Estela (Cali, Valle del Cauca, Colombia; 29 de septiembre de1951 – Ibídem, 4 de marzo de 1977) fue un escritor colombiano nacido en Cali, Valle del Cauca, ciudad en la que pasó la mayor parte de su vida. A pesar de su prematura muerte, su obra es considerada como una de las más originales de la literatura colombiana. Caicedo lideró diferentes movimientos culturales en la ciudad vallecaucana como el grupo literario los Dialogantes, el Cineclub de Cali y la revista Ojo al Cine. En1970 ganó el I Concurso Literario de Cuento de Caracas con su obra "Los dientes de caperucita", lo que le abriría las puertas a un reconocimiento intelectual. En su obra¡Que viva la música! es en donde asegura que vivir más de 25 años era una vergüenza, lo que es visto por muchos como la razón principal de su suicidio el 4 de marzo de1977 cuando tenía tan sólo 25 años de edad y había recibido una copia del libro editado por una editorial argentina.


La obra de Caicedo hace relevancia a la sociedad urbana y sus problemas sociales, principalmente con respecto al mundo actual. Contrario a la escuela literaria delrealismo mágico, la obra de Caicedo se inspira completamente en la realidad social, lo que ha hecho que algunos estudiosos le den la importancia como alternativa en Latinoamérica a figuras prominentes como la de Gabriel García Márquez. Especialmente el periodista, escritor y cineasta chileno Alberto Fuguet sigue la obra de Caicedo, al cual llama " el primer enemigo deMacondo".4 A pesar de su fama en Colombia, Caicedo es poco conocido en América Latina, seguramente debido a su temprana muerte. Sin embargo, la permanente organización de su producción literaria y la influencia que tiene en nuevas generaciones de escritores como Rafael Chaparro, Efraím Medina, Octavio Escobar Giraldo y Ricardo Abdahllah, hacen que cada vez más cobre gran valor el aporte literario del "escritor con cara de estrella del pop", como lo llama el chileno Alberto Fuguet.´

Infección 



(Odiar es querer sin amar. Querer es luchar por aquello que se desea y odiar es no poder alcanzar por lo que se lucha. Amar es desear todo, luchar por todo, y aún así, seguir con el heroísmo de continuar amando. Odio mi calle, porque nunca se rebela a la vacuidad de los seres que pasan en ella. Odio los buses que cargan esperanzas con la muchacha de al lado, esperanzas como aquellas que se frustran en toda hora y en todas partes, buses que hacen pecar con los absurdos pensamientos, por eso, también detesto mis pensamientos: los míos, los de ella, pensamientos que recorren todo lo que saben vulnerable y no se cansan. Odio mis pasos, con su acostumbrada misión de ir siempre con rumbo fijo, pero maldiciendo tal obligación. Odio a Cali, una ciudad que espera, pero no le abre las puertas a los desesperados).

***

Odio a todas las putas por andar vendiendo adoraciones falsas en todas sus casas y sus calles.
(Odio la Avenida Sexta por creer encontrar en ella la bienhechora importancia de la verdadera personalidad. Odio el club campestre por ser a la vez un lugar estúpido, artificial e hipócrita. Odio el teatro Calima por estar siempre los sábados lleno de gente conocida. Odio al muchacho contento que pasa al lado, perdió al fin del año cinco materias, pero eso no le importa, porque su amiga se dejó besar en su propia cama. Odio a todos los maricas por estúpidos en toda la extensión de la palabra. Odio a mis maestros y sus intachables hipocresías. Odio las malditas horas de estudios por conseguir una buena nota. Odio a todos aquellos que se cagan en la juventud todos los días).

***

Odio las misas mal oídas… odio todas las misas. Me odio, por no saber encontrar mi misión verdadera. Por eso me odio… y a ustedes les importa?
Si, odio todo esto, todo eso, todo. Y lo odio porque lucho por conseguirlo, unas veces puedo vencer, otras no. Por eso lo odio, porque lucho por su compañía. Lo odio porque odiar es querer y aprender a amar. Me entienden? Lo odio, no he aprendido a amar, y necesito de eso. Por eso, odio a todo el mundo, no dejo de odiar a nadie, a nada…
a nada
a nadie
sin excepción!

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